En verano de 2018 ingresé a un posgrado de investigación científica en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), conocido como Maestría en Ciencias Bioquímicas. Este programa le exige a los estudiantes que cursen (y aprueben) 4 materias, dos de las cuales son iguales para todos los estudiantes del posgrado: Bioquímica y Biología molecular, y dos materias optativas de una larga lista de asignaturas impartidas en numerosos institutos de la UNAM.
Entrada del Instituto de Biotecnología, foto tomada en 2018.
De forma paralela, el estudiante deberá realizar un proyecto de investigación científica bajo la tutela de un investigador del instituto al que está adscrito, en mi caso el Instituto de Biotecnología (IBt) con cede en Cuernavaca, Morelos. Esta es la característica principal que distingue a los posgrados de investigación científica del otros.
Los proyectos de investigación consisten en estudiar un fenómeno con el objetivo de entenderlo por completo. En el IBt, se estudian fenómenos biológicos; especialmente aquellos cuyo entendimiento abra la posibilidad de generar productos o servicios de alto valor agregado como medicamentos, precursores para síntesis química, nuevos métodos para el diagnóstico de enfermedades o el descubrimiento la causa de enfermedades.
Este tipo de posgrados tienen homólogos en todo el mundo: Rusos, Alemanes, Chilenos, Uzbekos y científicos de todas las nacionalidades hacen esto para generar conocimiento y ponerlo a disposición del resto del mundo. Por lo que la realización de este proyecto hace que el estudiante cargue con la responsabilidad de generar conocimiento fiable y relevante para todos los que estamos y los que estarán. Lo hace partícipe del más noble y genuino esfuerzo conjunto de toda la humanidad: entender el universo.
Diagrama del método científico, utilizado en la generación de conocimiento en posgrados de investigación científica.
Es por esto que el desarrollo de este proyecto demanda al estudiante desde el principio. Comenzando con la correcta selección del objeto de estudio: debe considerarse que el fenómeno a estudiar pueda ser medido con la tecnología que se dispone y que pueda hacerse de forma precisa, que el tiempo que tomen estas mediciones sea compatible con la duración del proyecto y que no haya sido estudiado de la misma forma por nadie nunca.
Una vez decidido que va a estudiarse, es momento de observar el fenómeno y medirlo. En esta fase, debe cuidarse al máximo la exactitud al obtener y registrar los datos generados; el objetivo principal es la reproducibilidad: que lo que observamos y medimos pueda realizarse exactamente igual en cualquier parte del mundo replicando las condiciones que nosotros elegimos. Debe cuidarse desde que los materiales (reactivos químicos, instrumentos de laboratorio y equipos analíticos) que usamos puedan ser obtenidos por cualquier persona y sea idénticos a los nuestros hasta que la manera en que obtenemos las mediciones esté al alcance de todos.
La información generada se analiza para comprobar si la causa del fenómeno coincide con lo que nosotros hipotetizamos al principio o no y para que este análisis sea objetivo deben usarse las herramientas estadísticas correctas. Finalmente, todo el trabajo realizado en este proyecto es plasmado en una tesis, un reporte escrito con lenguaje formal y técnico que queda a disposición de todos en https://tesiunam.dgb.unam.mx/, pero que puede derivar en una publicación en una revista científica.
Fotos tomadas durante mi estancia en el Instituto de Biotecnología de la UNAM.
Los posgrados de investigación representan una tremenda carga de trabajo para un estudiante, sin embargo nunca está solo durante su formación: es supervisado de principio a fin por el investigador tutor, que es un experto en la mayoría de los temas que aborda el proyecto y es apoyado por dos investigadores (cotutores), expertos en diferentes vertientes del proyecto. La tesis es revisada, cuestionada y corregida por cinco investigadores más antes de ser aceptada por la UNAM y darla por terminada. Sin mencionar que durante el tiempo que dura la maestría, los estudiantes y sus proyectos son enriquecidos y fortalecidos por las críticas y consejos de otros estudiantes de licenciatura, maestría y doctorado, técnicos académicos e investigadores de otros laboratorios e incluso de otras universidades.
Realizar este tipo de posgrados es un proceso complejo, difícil y está basado en poner a prueba tus conocimientos todos los días; exige cuestionarse uno mismo, derribar los cimientos del saber que no son suficientemente firmes y reconstruirlos hasta que lo sean. Los posgrados en investigación científica forman profesionistas comprometidos con el conocimiento, tanto su generación como su cuidado y su divulgación, ciudadanos que aceptan y corrigen sus errores, que aprenden de ellos más rápido y mejor que nadie. Forja científicos, capaces de usar el conocimiento recopilado por toda la humanidad a lo largo de la historia, analizarlo y aplicarlo para resolver problemas complejos: activos invaluables que deben aprovecharse y seguirse produciendo.
Escrito por Emiliano Balderas Ramírez
16 de junio de 2021